El fideicomiso como herramienta de desarrollo

style="float: right; margin-bottom: 10px; font-weight: 600;"Fri 11th Dec, 2015

Dado el cambio institucional en la conducción de los destinos del país, no hay duda alguna de que las nuevas autoridades, deberán prestar especial atención a tomar las medidas adecuadas para dinamizar  los sectores productivos argentinos como los sectores de la construcción y el agropecuario, por su importancia vital en la salud económica de nuestra República, y su impacto positivo en el empleo y la redistribución. Por eso el nuevo Gobierno deberá presentar rápidamente planes desafiantes y serios, con equipos capaces de ponerlo en práctica, atendiendo temas clave como la política institucional, el mercado de cambios, la lucha contra la inseguridad y la inflación, el acceso al crédito y la promoción de las inversiones.

Respecto al  sector inmobiliario y de la construcción, y asumiendo el control de la inflación, la eliminación del cepo cambiario, el fomento del a inversión externa, la generación de crédito y la oferta de vivienda social y para la clase media, son los temas claves para la reactivación de la industria.

Es necesario un aumento importante en la oferta de crédito hipotecario, que más allá del crecimiento del plan Procrear, debe realizarse con créditos a largo plazo y a tasas atractivas, que tengan relación con las internacionales. Además la política de requisitos, si bien debe ser formal y seria, no debe perder de vista el buen diseño para hacerla accesible al destinatario.

Respecto del sector agropecuario y agroindustrial, es imperativo generar políticas activas desde el Estado, para recuperar la estructura productiva, lo que representará  una potencial mejora para la rentabilidad del productor, especialmente el pequeño y el mediano. Para ello es necesario trabajar sobre dos áreas: la disminución de impuestos distorsivos como las retenciones, y el rediseño de procedimientos polémicos, clientelistas e ineficaces como los ROE:, sin duda ambas medidas tendrán un fuerte impacto  y serán la plataforma de credibilidad y despegue, que está esperando el sector productivo argentino.

Mientras tanto seguiremos en un escenario de mayores costos, caídas de los precios internacionales e incertidumbre, con lo cual todas las herramientas que nos permitan darle certidumbre y seguridad  a los negocios, serán muy bienvenidas. En ese marco, continua creciendo y siendo clave, la figura del fideicomiso, el cual correctamente aplicado fortalece los negocios productivos de las distintas áreas de la economía, como la infraestructura, la construcción, el turismo, la minería , el agro, la forestación, y la ganadería. Por esto, justificadamente,  se ha convertido en el mejor vehículo de inversión colectiva de los últimos 20 años, ya que permite desarrollar y llevar a buen término los negocios participativos, brindando un retorno adecuado con menores riesgos para los inversores.

Pero todo este camino, demanda tiempo y esfuerzo y tenemos  que aceptar que transitaremos por escenarios con turbulencias, hasta llegar "a ver la luz", donde la abundancia de liquidez mundial, más el contagio del ahorro individual argentino, se hagan realidad por el gran atractivo de las inversiones en Argentina, empujando la economía nuevamente al crecimiento y desarrollo con justicia y equidad.

 

El autor es Director Ejecutivo de la Asociación Argentina de Fideicomisos y Fondos de Inversión Directa


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