Historias que inspiran: El hombre que unió dos continentes nadando
AgustÃn Barletti es quien nos inspira esta vez, su historia es simple, pero a su vez muy bella ya que nos demuestra como el hombre en función de cómo elije actuar en determinados momentos, esta acción nos lleva a la meta o sueño que uno anhela.
AgustÃn nació en 1961, terminó el colegio secundario y querÃa estudiar abogacÃa. Siendo estudiante vio que con planeamiento podrÃa optimizar el tiempo de estudio y además disfrutar de la vida mientras transcurrÃa su juventud. Su método era simple, las materias en Derecho son de mucha lectura entonces se organizaba de la siguiente manera: libro de 1000 hojas, le dedicaba 50 hojas por dÃa (20 dÃas) y para el repaso estudiaba 100 hojas por dÃa (10 dÃas). Asà logro recibirse en un poco más de 2 años.
Pero la historia no quedó ahÃ, él fue por más desafÃos y querÃa hacer un posgrado en una universidad del exterior por lo que aplicó a más de veinte universidades prestigiosas tales como Harvard, Yale, Cambridge, Oxford, NYU, Sorbonne, etc.
Después de un tiempo de espera, recibe una nota de la Sorbonne donde lo esperaban los primeros dÃas de septiembre de 1988 en ParÃs para comenzar el posgrado. Ahora bien, AgustÃn tenÃa que afrontar otra dificultad, él no sabÃa francés, el pequeño conocimiento del idioma lo habÃa adquirido superficialmente en el colegio durante solamente un año.
Pero AgustÃn sabÃa como encarar lo que le estaba pasando, entonces buscó la mejor profesora de francés y tomó clases todos los dÃas y además se anotó en la Alianza Francesa. Llegó a Paris con un conocimiento muy razonable que también siguió perfeccionando mientras cursaba el posgrado. Después de 8 meses, pudo defender en francés durante seis horas su tesis de 300 hojas, escrita obviamente en francés.
Una vez instalado en Buenos Aires, su vida sedentaria le fue tendiendo trampas hasta llegar a pesar 100 kgs. de peso corporal. El médico cuando lo atiende le dice que si no hace nada con su cuerpo y su vida todo se iba a tornar de a poco muy peligroso.
Tomando nota de esto, AgustÃn descartó muchos deportes y vio a la natación como un canal viable para poder recuperar su peso e intentar volver a una vida sana. Pero su actitud lo llevó a tener un sueño más grande que lo motivara y se preguntó a sà mismo: ¿porqué no unir Europa y Ãfrica a nado?
¡Esa pregunta era muy prematura ya que aún ni se habÃa tirado a la pileta a dar sus primeras brazadas!
Siguiendo su lógica: planificar, buscó al mejor entrenador de natación de aguas abiertas, Pablo Testa y logró una cita. En esta cita, el entrenador no podÃa creer lo que le estaban planteando pero por educación le dijo a AgustÃn, "-Ok, hagamos una cosa, probemos 2 semanas, pero a la primera que siento que me estás haciendo perder el tiempo dejamos ahÃ".
Y a partir de esto, nuevamente, AgustÃn tuvo que planear bien todo. Padre de 5 hijos, esposo presente y un trabajo que necesitaba de él. Todo era un gran desafÃo, pero era lo que habÃa elegido y asà fue.
Esas dos primeras semanas fue muy prolijo y llego a la pileta de GEBA antes que el entrenador. Después de ese perÃodo de prueba, AgustÃn le demostró a su entrenador dos cosas bien claras: su pésimo estado atlético y estilo de nado por un lado, pero por otro su inquebrantable fuerza de voluntad.
Durante los próximos 19 meses nadó más de 2.300 km. para intentar cruzar a nado el Estrecho de Gibraltar. Durante ese lapso nada quedó librado al azar, todo bien planeado y organizado recreando los últimos 60 dÃas las situaciones que se podrÃan dar en medio del cruce.
El Estrecho de Gibraltar tiene una extensión de 20 km. y pasan por ese estrecho más de 300 embarcaciones de gran tamaño. Hay una Asociación de Cruce a Nado del Estrecho que ayuda con la logÃstica a cada nadador.
Una vez instalado en Gibraltar, AgustÃn tuvo una semana para hacer el cruce, el tiempo no era apto hasta que hay un determinado dÃa que aparentemente era propicio para el cruce. Ese dÃa AgustÃn se lanza al agua pasado el mediodÃa y después de 2 horas de nado en medio de olas de 3 metros y ante la exigencia de la Marina de España tiene que subir al barco de apoyo y cancelar el cruce. Su sueño se habÃa desmoronado, y todo su esfuerzo habÃa sido en vano.
Al dÃa siguiente cuando van a la Asociación para ver porque no los habÃan autorizado a comenzar el cruce por la mañana y asà evitar la tormenta que finalmente se desató, surgió la posibilidad de hacer el cruce dentro de 2 dÃas por la mañana, pero si llovÃa no se iba a poder hacer ya que si no hay visibilidad los barcos pueden atropellar al nadador y a las lanchas de apoyo.
A las 8:18 del 23 de octubre se lanzó al agua y comenzó el segundo intento con la misma fe y ganas. Pensando en cada momento del trayecto en sus seres queridos y en todo el esfuerzo realizado.
Después de 4 horas de nado, quedó a 1500 metros de la costa de Marruecos, pero ahà se le presentó otra adversidad. La corriente habÃa cambiado y esto hacÃa muy difÃcil avanzar con las brazadas al ritmo que habÃa realizado durante la travesÃa.
Sin dejarse abatir por lo que le estaba ocurriendo, redobló su esfuerzo y puso en práctica lo que habÃan simulado con Pablo, aumentar el ritmo de la brazada y patada por si hay cambios de corrientes. Después de otras 2 horas, pudo recorrer esos 1500 metros que le faltaban para cumplir su sueño.
En 6 horas y 7 minutos, un nadador no profesional cruzó a nado el Estrecho de Gibraltar, solo su enorme fuerza de voluntad hizo que pudiera superar todas sus limitaciones y adversidades que le fueron apareciendo en el camino.