Corría el mes de Noviembre de 1970 y un accidente aéreo en West Virginia (EE.UU.) deja sin vida a todos los pasajeros y tripulantes del fatídico vuelo Southern Airways 932.
En su gran mayoría, los pasajeros eran los jugadores de futbol americano universitario de Marshall University, universidad ubicada en Huntington en la misma West Virginia.
Este trágico accidente marcó en forma desgarradora a toda la comunidad de Huntington ya que la universidad era muy importante para la vida deportiva y social de esa comunidad. Los Thundering Herd - así era llamado el equipo universitario - eran el alma mater de esa ciudad.
La universidad de Marshall tenía una ardua tarea por delante, por un lado soportar tanto dolor por la cantidad de hijos, padres, esposos y novios perdidos y por el otro, la ardua tarea de dejar de lado los sentimientos encontrados que llevaba la labor de reconstruir desde cero el nuevo equipo de futbol americano.
Esto no fue nada fácil. Recién después de entrevistar casi diez entrenadores, el que si acepto tal desafío fue Jack Lenglyel quien tuvo la casi imposible tarea de llevar a cabo el trabajo de rehacer a los Thundering Herd.
Con tenacidad y buen criterio, el entrenador Jack Lengyel comenzó reclutando jugadores de más de dos años dentro de la universidad que practicaban otras disciplinas. También intento por todos los medios tentar a jóvenes jugadores de otras universidades para que fuesen a Marshall a estudiar y también a jugar futbol. Esto lo llevo a su primer gran desencanto con lo que estaba viviendo ya que no obtuvo ningún jugador.
Hubo un momento en que el programa de futbol corrió grandes posibilidades de dejar de existir en la universidad ya que no había un equipo que la represente, esa adversidad le hizo darse cuenta que había que solicitarle a la NCAA (quien regula el deporte universitario en EEUU) que dejase a la Universidad de Marshall usar a estudiantes de primer año (freshmen) dentro de sus equipos.
La NCAA no aceptaba a jugadores de primer año en equipos universitarios. Aquí es donde Jack Lengyel se le presenta su segundo revés y eso no le hizo bajar los brazos, insistió a los directivos de la universidad que prueben una y otra vez con la NCAA. Después de varios intentos fallidos finalmente la NCAA aceptó el pedido de Marshall University (el pedido final con el que se le da la autorización, podría ser una historia que inspira por si sola).
Entonces sí, luego de esa gratificante noticia, al fin pudieron armar su equipo e aspirar a darle continuidad nuevamente al programa de futbol y vida a la golpeada comunidad de Marshall.
El primer partido de la competencia local se jugó de visitante y el desenlace final no fue el esperado, perdieron y el oponente logro marcar muchos puntos y sobrepasar a Marshall en todos los aspectos del juego. Luego de la catástrofe deportiva, todos los fantasmas volvieron a volar por Marshall. ¿Habrá sido lo correcto el continuar con el programa sin los jugadores adecuados? ¿Los familiares de los fallecidos se sentirán deshonrados por la actuación del equipo? ¿Todo el esfuerzo habrá sido en vano? Y en este momento nuevamente la adversidad se cruza en su camino.
Jack Lengyel sabía que los resultados deportivos no se iban a dar ni esa primera temporada, ni en la segunda o quizá no se dieran en los próximos diez años, pero si tenía claro que no había que bajar los brazos y dejarse abatir por la realidad tan desconsolada por la que estaban transitando. La comunidad de Marshall no había elegido ser sacudida por tan trágico suceso en noviembre de 1970, pero gracias a su capacidad resiliente esa misma comunidad logro resurgir de las cenizas, continuar con su equipo de futbol americano y darle nuevamente orgullo a la ciudad de Huntington con sus Thundering Herd.
Luego de perder el primer encuentro, Marshall University logra vencer en casa en la última jugada a la poderosa Universidad de Xavier por 15 a 13. Ese año tuvieron 2 victorias y 8 derrotas. Luego de los 4 años en que Jack Lengyel entrenó a la Universidad de Marshall el récord del equipo marcó 9 victorias y 33 derrotas, pero esto es simplemente una anécdota.