Tercer Ojo: Parravicini, el don de la profecÃa
Las profecÃas siempre han estado presentes en la vida del hombre. Solari Parravicini daba datos precisos.
BenjamÃn Solari Parravicini nació el 8 de agosto de 1898 en Buenos Aires, Argentina. Su primera juventud transcurrió durante algunas temporadas en La Casona, una gran casa quinta en Vicente López, de unas siete hectáreas, donde por esos años vivÃan las familias de alto poder económico, que en este caso, era la segunda residencia de la familia.
Desde su más tierna infancia, dio los primeros atisbos de lo que serÃa una personalidad especial. Su padre, afamado psiquiatra de Buenos Aires, comenzó a preocuparse, por la cantidad de amigos invisibles, que tenÃa siendo niño, con los que hablaba con toda naturalidad.
Sus poderes psicológicos se manifiestan desde temprana edad. Ãngeles, duendes y hadas, formaban parte de sus juegos; por ello su padre -ortodoxo en sus ideas- sobre la mente humana, le llevó a hacer distintas pruebas fÃsicas y psicológicas, para conocer los motivos, de esa familiaridad con seres de otros mundos. Para su sorpresa, el chico no presentaba ninguna anomalÃa, y era un niño feliz.
La primera muestra de lo que serÃa más adelante su inmensa capacidad de precognición, la tuvo con pocos años anunciando y acertando de lleno, con la predicción de la Segunda Guerra Mundial (1939-1945)
Pero, en la casa ocurrÃan otros sucesos inexplicables, piedras que golpeaban la casa, presencias que hacÃan ruido y otros fenómenos extraños; más de una noche se llamó a la policÃa, sin conseguir saber el porqué de tales manifestaciones. Sin embargo, con 20 años, su vida transcurre divertida, sin ninguna preocupación por el futuro, como era normal para un joven de su edad, proveniente de una familia adinerada.
El comienzo: Poltergeist
Cuando rondaba los 30 años, una noche cerca de las 3 de la mañana, un fuerte estruendo despertó a Justino, uno de los hermanos de BenjamÃn, quien al acercarse a la habitación vio una lámpara de bronce, tirada en el suelo, retorcida, como si una fuerza inmensa la hubiera deformado. BenjamÃn le contó -aún estupefacto- que la lámpara se habÃa levantado en el aire, y se habÃa estrellado contra la pared por sà misma.
A la mañana siguiente, su hermano fue otra vez a la habitación para hablar de lo sucedido, le encontró dibujando y escribiendo; no habÃa dormido en toda la noche; un personaje -que le acompañarÃa el resto de su vida, que se hacÃa llamar Fray José de Aragón, le habÃa dicho que tenÃa que aprender a dibujar.
Muchos de esos dibujos o psicografÃas-dibujos para expresar una idea, con un breve texto- terminaron en la papelera, ya que él no les encontraba sentido, como el primero, que representaba a Mussolini colgado de los pies... Nueve años después la historia le dio la razón. Es asÃ, que pasado un tiempo cayó en la cuenta, de que muchos de esos mensajes y predicciones se cumplÃan, y entonces comenzó a guardar los dibujos dentro de un baúl.
Después de este encuentro, Solari Parravicini nunca fue el mismo, dejó su vida social, un tanto superficial, que cambia totalmente, para dedicarse a pintar. Llegó a ser un artista plástico reconocido.
Predicciones con psicografÃas
El reconoció que nunca convocó a Fray José de Aragón, a quien él identificaba como su ángel de la guarda, quien le dictaba lo que debÃa dibujar y escribir, cosa que él hacÃa de forma totalmente automática. Lo sorprendente de estas psicografÃas, era que daban nombres y fechas, con una precisión sobre el futuro -que salvo los profetas bÃblicos- nunca se habÃan conseguido con tal exactitud; ya que no son vagas predicciones futuribles, sino datos certeros, que han sido contrastados con el tiempo.
La palabra poltergeist proviene del alemán y significa poltem (hacer ruido) y geist (espÃritu). Descartado el fraude, y el inconsciente de un niño o adolescente, otras hipótesis de este fenómeno paranormal, apuntan a causas como el electromagnetismo, infra y ultra sonido, electricidad estática, y otras alteraciones del campo fÃsico.
La Casona de la familia Solari Parravicini -lamentablemente- ha sido derruida para construir un club social; pero el terreno sà que presenta una grave geopatÃa o alteración vibratoria del terreno, que podrÃa justificar los fenómenos que se han producido en la casa, durante casi 30 años, y que BenjamÃn y su familia se tomaban a broma, al no poder explicar su causa. También estos hechos despertaron la curiosidad de los amigos, que muchas veces iban a la casa a pasar la noche, para comprobar por sà mismos, los fenómenos que allà se producÃan.
El encuentro
Solari Parravicini, caminaba una noche, volviendo del teatro, por la avenida 9 de Julio, cerca del Obelisco -sÃmbolo emblemático de Buenos Aires- cuando se le acercaron dos hombres muy altos, rubios, con los ojos casi blancos, que parecÃan ciegos; le dijeron unas palabras en un idioma incomprensible...
Minutos después sintió que se desmayaba, fue entonces trasladado a una nave, llena de máquinas y paneles luminosos, donde otros dos hombres rubios acompañaban a los anteriores. Al notar la preocupación de Solari Parravicini, le transmitieron telepáticamente, que le devolverÃan al sitio de donde le llevaron. Viajaron a una gran velocidad y altura. Solari reconoció las costas de Francia y más tarde Rusia, en lo que pareció un viaje sólo de unos minutos, pero que se prolongó durante tres o cuatro horas, dejándole después cerca de donde habÃa sido abducido.
Lo curioso -según cuenta su sobrina nieta, Marcela Podestá Costa es que de ParÃs recordó, por ejemplo, nombres de calles y lugares, de los que no podÃa tener conocimiento, ya que Solari Parravicini nunca habÃa estado en Europa.
Un mensaje de amor y armonÃa
"Debes predicar amor. Universo es armonÃa. Los estamos observando. Su conducta es agresiva. Tenemos muchos elegidos. Volveremos a encontrarnos". Estas palabras reproducidas en numerosos libros y artÃculos, denotan la transmisión de un mensaje trascendental.
Las profecÃas de Solari Parravicini
Aproximarnos a tal cantidad de psicografÃas -más de 700- requerirÃa más de un libro, y años de trabajo. Por ello, en los ejemplos que aquà se van a señalar, se contemplarán sobre todo, las previsiones ya comprobadas, o de cierta actualidad, para dejar -quizás- para otro momento y/o otro lugar, las cientos de psicografÃas, que se refieren a un próximo futuro.
"Caerá el corazón del mundo, año 40. Caerá y será alemán hasta el 44." (1938) CaÃda de ParÃs" (Imagen de psicografÃa número 3).
"Dominador llega a España. Destruirá y edificará. Luego un Borbón será en su lugar y el mandón partirá, si su salud no se ha debilitado a la Argentina". (1938) Año de nacimiento de Juan Carlos I Rey de España.
"Israel tendrá seis dÃas y descansará el séptimo" (1951) la Guerra de los seis dÃas.
"Buenos Aires escuchas. Argentinos. ¡tino! . Gobernarán militares". (1939).
"Llegarán los hombres a la Luna. Serán en ella sin estar. Verán sin ver. Escucharán sin escuchar. Regresarán sin regresar. ¡Cuidado!". (1940) Viaje a la Luna, 1969.
El final o el principio
BenjamÃn Solari Parravicini murió el 14 de diciembre de 1974; el mismo habÃa predicho el año en que sucederÃa su fallecimiento. Su legado, un baúl lleno con sus psicografÃas, se lo dio en herencia a su hermano Justino. Pero su hermano, muy afectado por la muerte de BenjamÃn, esperó unos 15 dÃas para recogerlo. El dÃa que decidió ir a buscarlo, vió como unos policÃas -por mandato del Gobierno-se llevaban el baúl antiguo, con el trabajo de más de 30 años.
Tres años después se hace entrega de unos cientos de esas valiosas psicografÃas, a un -amigo- de Solari Parravicini, que curiosamente nunca habÃa estado en "La Casona" hasta que murió, y que la familia desconocÃa.
Otra gran parte de las psicografÃas, se cree las guardó su hombre de confianza y discÃpulo generoso. Pero, después de casi 40 años, y sin consultar con la familia -sus legÃtimos herederos- no se sabe cómo, llegaron a manos de una ovnióloga -estudiosa de los ovnis- que carpeta en mano, se dedica a pasear las psicografÃas de Parravicini, muchas pegadas sobre folios, por platós de televisión, programas de radio; dar conferencias, etc.
¿Porqué no existe un museo de Parravicini?
Realmente da pena, ver este tesoro -no solo artÃstico- sino histórico, paseado en una carpeta antigua verde con cintas, sin el cuidado que requerirÃa, además de lo antes expuesto, la antigüedad de algunos dibujos -más de 75 años-. Harta de especulaciones, advenedizos e intrusos que han aprovechado la tardÃa fama del profeta, que se cree pronosticó, en una de las más reproducidas psicografÃas suyas: el ataque a las Torres Gemelas del 11 de septiembre de 2001; su familia todavÃa no ha tomado cartas en el asunto, llevando el tema de la herencia a los Tribunales -donde en justicia- deberÃa recuperar su propiedad
Otra cuestión es la coyuntura polÃtica actual de Argentina, y una predicción -fechada en 1938- que vaticinaba que en Argentina gobernarÃa un Pierrot, cuadro de 1721 de Jean-Antoine Watteau, que casi parece una fotografÃa del desaparecido presidente Kirchner. Algunos han tomado esta profecÃa como una burla al ex presidente. Otros con una visión más amplia, creen que fue simplemente el haber encontrado la exacta descripción de lo que percibió en su visión, sin ninguna intención de burla a pesar del nombre, y/o vestimenta del personaje del cuadro.
Interpretación de las psicografÃas de Solari Parravicini
Pero hay más obstáculos, en el sinuoso camino de que Solari Parravicini, ocupe el prestigioso lugar que le corresponde, es por una de sus psicografÃas de plena actualidad (última de la serie), realizada en 1939. Representa en primer lugar un cajón, donde el cadáver tiene los ojos abiertos, con un pañuelo sobre la cabeza. A la derecha se ve una mujer y arriba del féretro otro personaje. Resulta llamativo los nombres que asigna a los personajes.: Amenphis, Isis y Osiris.
Pocas personas dan ya crédito a estos indicios. Puede ser un argumento fantasioso, o un atisbo de la verdad, en todo caso como indica el tÃtulo de la psicografÃa, es "La incógnita argentina".
Agradecemos a Marcela Podestá Costa, por su amigable disposición y ayuda, para recabar datos precisos sobre su tÃo abuelo BenjamÃn Solari Parravivini, y por dar a conocer no sólo a un profeta extraordinario, sino a una persona entrañable.