Somos energía. Ahí radica la diferencia entre los seres vivos y los muertos.  En la India se conoce como prana. Y los yoguis, por medio de ejercicios físicos acompañados de una respiración adecuada, elevan la frecuencia vibratoria con el fin de unir el cuerpo con el alma. Y encontrar una cercanía con Dios. Y equilibrar o desbloquear los chakras.

En Japón, el maestro Mikao Usui, alrededor del año 1870, comenzó a hacer sus primeras prácticas.  A través de la imposición de manos, como lo hacía Jesús o Buda, descubrió un sistema de curación y auto curación, denominado: Reiki.  Esta palabra, de origen japonés, se basa en:

Rei, es la energía universal o energía de Dios que esta omnipresente en todo el universo y hace posible el funcionamiento armónico del cosmos según la conciencia divina.

Ki, en cambio, es la fuerza vital que posibilita la vida. Tiene la cualidad de ser almacenada, maniobrada y conducida por la fuerza mental y la concentración.  Se dice que: "el Ki sigue la mente" y "la mente dirige el Ki".

Ambas silabas forman la palabra Reiki, es decir, energía universal, vital, dirigida y guiada espiritualmente.  A través de este modo de curación, reactivamos los chakras, las capas aurales y los cuerpos sutiles.

§  Para el aprendiz:

Es una disciplina que debe iniciarse por medio de un maestro.  Cualquiera puede adquirir el conocimiento. Solo tendrá que tener deseos de confiar en sí mismo. Y encontrar el bienestar en un camino que se irá construyendo a medida que se transite.

Los niveles que conforman esta disciplina son tres. Y un último donde se obtendrá la Maestría. En cada nivel será necesario realizar un auto tratamiento de 21 días que consiste en la meditación diaria, más los simbolismos que se irán aprendiendo paso a paso. Lo armónico, también, es lograr una dieta rica en vegetales, frutas y líquidos, aprovechando a su vez, a desintoxicar el organismo.

En el plano mental, emocional y espiritual, se logrará expandir la consciencia. La mirada hacia el mundo externo,  se transformará. Y las potencialidades y las facultades internas se activarán. En el nivel dos, la transmisión y radiación de energía es más intensa y concentrada. Aquí se aprende tres símbolos para transmitir energía a distancia, intervenir en el plano mental y emocional para mejorar aspectos psíquicos propios y de otros. En el Reiki tres se aumentan la conexión con la energía universal y el mundo espiritual. Se desarrollan los sentidos,  como también se conoce los distintos usos terapéuticos y no terapéuticos de esta disciplina. Como herramienta, se agregan otros símbolos más. Este último nivel se unifica con la Maestría, donde se genera conexión con los grandes maestros espirituales, aparte de estar en condiciones de iniciar a otras personas.

§  Para el paciente:

Las dos reglas principales del Reiki consisten en:

1ª  La terapia debe ser pedida por el paciente.

2ª  Siempre debe existir una contraprestación.

Es decir, que se genere un intercambio de energía entre el transmisor y el receptor.

También cuenta con los cinco principios Reiki, más bien, conocidos como pautas de comportamiento universal:

Primer principio: Solo por hoy no te preocupes.

Segundo principio: Solo por hoy no te irrites.

Tercer principio: Solo por hoy sé amable con todos los que te rodean y respeta a todo ser viviente.

Cuarto principio: Solo por hoy realiza tu trabajo honradamente.

Quinto principio: Solo por hoy agradece todos los dones de tu vida.

 

 

Sea aprendiz o paciente, la intención del Reiki es equilibrar los chakras, conocer el cuerpo, aquietar la mente, encontrar la calma, en tiempos donde la velocidad nos hace olvidar lo importante que es inhalar y exhalar el aire que nos mantiene vivos día a día.