Pintura: René Magritte, el misterio absoluto del presente

style="float: right; margin-bottom: 10px; font-weight: 600;"Tue 19th Aug, 2014

René François Ghislain Magritte nació en 1898 en Lessines, Bélgica. Su padre era comerciante de telas y sastre, su madre de apellido Bertinchamps, después de numerosos intentos, se suicidó ahogándose en el río Sambre, cuando Magritte sólo tenía 13 años. Con 12 había empezado a tomar sus primeras clases de pintura y dibujo


Algunas críticas creían ver en alguno de sus cuadros, por ejemplo- Los Amantes- la visión del vestido de su madre en el agua, tapando las caras, explicación que a él le molestaba bastante, y no está ni siquiera confirmado que viera el cuerpo de ella, flotando en el río, después de haber desaparecido durante varios días.


Al terminar el bachillerato ingresa en la Academia de Bellas Artes de Bruselas, donde permanece entre 1916 y 1918. En 1922 se casa con una amiga de la infancia y comienza a dar sus primeras pinceladas de lo que se empezaría a llamar realismo mágico, que consistía en mezclar elementos fuera de su contexto, para que el observador adivine su significado, así consigue cuadros enigmáticos y dotados de cierto sentido del humor, que parece -nunca decayó- a pesar de la pérdida tan temprana de su madre, en dramáticas circunstancias. Sus primeros cuadros tenían componentes del impresionismo, pero otros críticos de arte ven su obra avanzando vacilante entre el purismo, el orfismo, futurismo y cubismo hasta que en 1923 la visión de un cuadro de Giorgio De Chirico le deja tan impresionado que comienza a definir su estilo dentro del surrealismo.

El Jockey perdido
En 1926 se traslada a Paris, donde ya se fraguaba la cuna del surrealismo, Como tantos otros pintores, se pone en contacto con André Bretón, su creador.
Permanece en la capital francesa durante cuatro años, participando de las actividades del grupo, junto con otros altos exponentes del movimiento como Dalí, Arp, Miró, quien luego se separaría del surrealismo, y el poeta paul Eluard, marido de Gala, futura mujer y musa de Salvador Dalí.
En ese mismo año realiza su primer pintura surrealista: El Jockey Perdido, aunque desde un punto de vista pictórico, sería una incursión todavía tímida dentro del movimiento.
Es una época de gran actividad artística, durante la cual viaja para realizar exposiciones en Nueva York, Londres, Bruselas, Ginebra y por supuesto, París.

Facetas desconocidas
Magritte tuvo interesantes incursiones en la fotografía, realización de murales y escultura. Para el cine realizó los decorados de la película de Albert Hitchcock, Recuerda, donde representó innumerables ojos pintados, en la que también participó Salvador Dalí, colaborando en algunas escenas oníricas de la película.
A finales de los años setenta se editó una recopilación de los escritos de Magritte, más un glosario de intenciones y explicaciones sobre su original manera de ver su arte. Comprenden asimismo fragmentos inéditos, propuestas y escritos sueltos, que fueron guardados en algún cajón, quizás por su casi exclusiva dedicación a la pintura.


Otras influencias
Alicia en el País de las maravillas, de Lewis Carroll, fue para Magritte una gran influencia que impregnó sus pinturas, puede verse -sin duda- aunque no a primera vista, en el juego de espejos que distorsionan la realidad, en los árboles que toman rostros humanos, o que proporcionan -directamente- frascos de perfume en su interior, en cajones fabricados dentro de ellos, como en Excitantes perfums by Mem -Cuadro número 2-
Admirador de Edgar Allan Poe, de quien creía ser su alma gemela, en la cima de la paradoja, exigió a una galería que un cuadro fuera "invisible". Es quizás en estos espacios vacíos donde puede atisbarse el afecto que perdió irreversiblemente en su adolescencia, pero también lo que hasta el final de sus días constituyó según sus palabras "el misterio absoluto del presente" Y un gran sentido del humor que compartió con otros pintores surrealistas: Remedios Varo, Leonora Carrington, Salvador Dalí.


Newton y Einstein

Se ha querido dar un significado enlazado con la ciencia a ciertos cuadros de Magritte en particular El hijo del hombre y Prohibida la reproducción, por un lado -seguramente- por el uso recurrente de las manzanas ingrávidas y por otro, han querido encontrar cierto parentesco con la teoría de la relatividad, al plantear en sus pinturas el conflicto espacio y tiempo. Por otra parte, estas manzanas que ocultan rostros, suspendidas en el aire, desafiantes a la gravedad, también pueden adoptar otro punto de vista diferente, la necesidad deMagritte de permanecer anónimo -a pesar de sus éxitos- y de mantener un hermetismo en su personalidad, a prueba de gestos, inexistentes. Sus cuadros son tridemensionales, es allí donde el paisaje exterior se confunde con el interior, y el observador con lo observado, cuadros que al mismo tiempo, mantienen silenciosamente en sus manzanas, la primavera de una frutas lozanas, para defender a capa y espada la ingenuidad -sin dobleces- de la propia Naturaleza.


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