Música: Amor Elefante + Mi Amigo Invencible en la Alianza Francesa
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En una época en la que la cinta de clausura anda al acecho, algo se está gestando en la Alianza Francesa. La Avenida Córdoba delata un ritual, y en la puerta un puñado de jóvenes se burla del pronóstico de lluvia un miércoles de octubre. Están esperando que el anfiteatro abra sus puertas al Ciclo Entrecruces quien en colaboración con Fuego Amigo Discos pautó este encuentro, el sexto en su segundo año de edición.
Como se corresponde con la gestión independiente, el sello exhibe su feria de discos, entre los cuales se destaca esa gema preciosa que es el último disco de Mi Amigo Invencible. Desde lejos se escuchan voces afinando, entonando, cobrando fuerza. Serán los artistas en camarines develando casi sin querer el truco detrás de la magia. Todos prolijamente acomodados en butacas que forman filas, que van ascendiendo, esa meticulosidad que dista del desorden que reina en esos otros sitios donde habitualmente esta misma movida encuentra cobijo.
Amor Elefante rompe el hielo. El triángulo femenino, alma mater de la banda, toma posición enfundado en el mismo uniforme. Juanchi Vallesi acompaña en bajo, y hay vientos invitados para la ocasión que se amalgaman al sonido y al ritmo de la canción de forma suave y efectiva. "Es amor", tema que abre Parque Miñaqui, su último álbum editado a fines del 2012, es también el primero de este show. Hay algo de diversión y travesura atrás de las notas, hay energÃa en equilibrio circulando arriba del escenario que se refracta en el público y se multiplica en colores que se transforman en nuevasÂ
canciones, y asà recorren el breve pero contundente tracklist de la noche. "Fue perfecta" y "Merienda mucho", combo de despedida infalible que deja a la audiencia más que contenta.
Turno de Mi Amigo Invencible. "Si hacemos mal, eso se verá. Es este el lugar, paremos acá", desenfundan los versos de "Descanso sobre ruinas", y es esa misma fuerza la que yace detrás de sus canciones y satura el auditorio de potencia y ganas de saltar, aunque esta vez no se pueda. Una pegadita a la otra, cocktail explosivo cuyo ingrediente principal es La Nostalgia Soundsystem, aunque hay espacio también para la presentación de dos temas inéditos.
Sucinto repaso por la conglomeración de estilos que se resumen en esta porción de temas, imposibles de encasillar en un género y que, no obstante, incendian los oÃdos y dejan siempre sabor a ganas de más. Cierran la presentación con "Hacernos extraños" y merci pour la musique.
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Dos puestas diferentes, que sin embargo encuentran en el cuidado por el sonido un punto en común. Hacer sonar el instrumento justo en el momento preciso, no rendirse hasta que todo encaje, y que la canción fluya con la fuerza arrasadora con la que lo hacen el mar, el viento, o cualquiera de los cuatro elementos. Esto encastrado en el marco de un auditorio, en el momento en el que algunos picaportes se están cerrando. Una bonita forma de acercarse a lo independiente.
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Si querés leer más cronicas breves acerca de lo que está pasando en la ciudad:Â