El peor regalo para tu hijo: Gas de Mercurio

 

Empecemos aclarando que Argentina debe ser el único país que eliminó las clásicas bombitas de Edison con filamento con una ley siniestra que ni siquiera se complementó con una ley de disposición final de residuos electrónicos, es decir como arrojar la bombita espiralada a la basura cuando deja de funcionar. En países más civilizados como Estados Unidos uno puede elegir la tecnología que desee: las de Edison o las de bajo consumo. En su momento me opuse con varias cartas que publicó el diario La Nación y solamente Greenpeace que apoyaba la iniciativa me llamó momentáneamente y erróneamente a silencio.

Antes que nada quiero aclarar que no inventé nada sino que investigué lo que ya se daba por inobjetable para la Organización Mundial de la Salud (OMC). Hay pocos temas en que rusos, cubanos, ingleses, norteamericanos y australianos están de acuerdo, junto desde ya a la OMC y es a la leucemia infantil por radiación electromagnética, la que por cierto no es la causa de todas las leucemias pero si de un 5 a 10% y en aumento.

Personalmente me apasioné con la búsqueda de una solución que evitara la muerte de tantas madres de mis amigos, de la mía propia que está enferma, de mis amigos que murieron de leucemia y de los hijos de mis amigos que contrajeron leucemia infantil por crecer, por ejemplo, en guarderías de hospitales anacrónicos. La verdad es que hay solución pero pasa por la prevención temprana del problema. Es como que no fumar es prevenir.

 

 

 

Empezaré por la solución y luego desarrollaré el problema de las espiraladas. La única iluminación saludable, a excepción de la tecnología led, es aquella que utiliza filamento incandescente generando calor. Las bombitas más económicas que por ley se dejaron de comercializar en Argentina eran las mejores en relación costo beneficio pero no eran negocio ni para el gobierno ni para las empresas. Luego aparecieron unas bombitas que ahorran un 30% respecto de las anteriores cuyo filamento semeja a un trocito de vela de reflector. Valen varias veces más que las clásicas pero son las que hay que tener dentro del domicilio y especialmente en los dormitorios de los chicos.

 

 

 

Seguramente la publicidad y la propaganda estatal te hicieron creer que ahorrarías dinero con las bombitas espiraladas blancas de bajo consumo. Las mismas valen fortunas y no duran lo que dicen que duran porque al prenderlas y apagarlas constantemente la vida útil se reduce sensiblemente. Algunas marcas advierten en portugués y en inglés que las mismas generan ondas electromagnéticas con una frecuencia de 2 GHz, no lo dicen en castellano. Resulta que el WiFi que instalaste en tu casa trabaja en la misma frecuencia y las bombitas interfieren tu señal y por ende al alcance del mismo en función de la cantidad de bombitas de bajo consumo prendidas.

Las lámparas fluorescentes espiraladas (o tubos) no poseen filamento sino gas de mercurio. Las paredes internas se pintan de fósforo blanco ya que la luz que emite el mercurio está en la banda ultravioleta y es preciso filtrar el color para llevarla a la banda blanca (hay otros colores del espectro visible). De allí proviene el nombre fluorescente, de activar el fósforo. De tener que comprar estas lámparas de manera obligada solo compra primeras marcas y con doble capa (double coating) que son aquellas lámparas de bajo consumo con una especie de opalina que impide ver el espiralado. Esas mismas bombitas pero transparentes en ingeniería sanitaria se utilizan para potabilizar el agua ya que los ultravioletas eliminan las bacterias por radiación.

Debo tener guardadas más de dos mil cartas de agradecimiento y consultas al respecto de estas bombitas. Muchísimos médicos y padres de familia me agradecieron cuando les hice entender que sus hijos no debían tener en sus mesas de luz o escritorios estas bombitas espiraladas. Sería lo mismo que estar bajo el sol las 24 hs sin protección. Estas bombitas pueden dar con la dosis adecuada leucemia infantil.

En los países civilizados se hizo una ley de desechos para productos de gases con mercurio antes de permitir que dichos productos salgan al mercado. Hay procedimientos de evacuación de los ambientes cuando se rompe una de estas lámparas y otro procedimiento para juntar las partes rotas. En Argentina se arrojan estas lámparas a la basura y es el basurero quien se va contaminando junto a los rellenos sanitarios.

Cuida a tu familia, no utilices lámparas espiraladas de bajo consumo dentro de tu casa, usa las de bajo consumo con filamento con las que inclusive harás un buen negocio tanto económico como financiero. Ahora bien, si vas a colocar las espiraladas o los tubos recordá estar a más de un metro por cada bombita que tenga la lámpara. En radiación los campos se suman de manera algebraica, si tenes una artefacto de iluminación con tres lámparas tenes que estar a más de tres metros.

A un adulto contraer leucemia le puede llevar muchos años, a un niño muy pocos. Recordá que la radiación que permite el estado argentino en la cuna de tu bebe es 125 veces más que la que toleran los australianos. Los norteamericanos usan la radiación que tolera nuestro estado para generar cáncer en ratones de laboratorio. No le sumes a tu hijo radiación ultravioleta fugada de lámparas de dudoso origen y calidad. Es muy probable que la función de esas bombitas sea sacar los excedentes de mercurio producidos por la fabricación de otros productos (scrap de producción), como ser pilas y baterías. De paso envían su basura al extranjero subdesarrollado y ganan plata con ello.

 

 

• Este es el segundo de una serie de artículos. Francisco M. Cobos es Ingeniero Civil y estudia temas de descontaminación electromagnética desde 1991. Integra la Comisión de Energía del Centro Argentino de Ingenieros y publicó un libro que detalla cómo hacer escudos contra la radiación con cuarzo e hidrógeno. Aquellos que deseen recibirlo vía mail solicitarlo a cobos.gww@gmail.com.