Las lluvias acumuladas en este año y las que se esperan de aquí a diciembre, podrían convertirlo en el año más lluvioso de los últimos 114 años. A pesar de que la Organización Meteorológica Mundial (OMM) ve menos posibilidades de que se den las condiciones esperadas para que se produzca un fenómeno El Niño para este año, o en caso de aparecer, que sean leves, es probable que 2014 sea recordado como el año más lluvioso de la historia.

Según informaciones de la NASA, en Estados Unidos de Norteamérica,  el fenómeno de El Niño hará incrementar las precipitaciones en toda la región de América del Sur. Durante un año Niño, las temperaturas superficiales en el océano Pacífico se vuelven más cálidas de lo normal, un fenómeno que está fuertemente ligado a variaciones importantes del clima en todo el mundo, y que puede durar un año o más.

Si bien la OMM indicó en un comunicado en la primera semana de septiembre que "las anomalías en la temperatura del océano a lo largo de la línea del Ecuador han disminuido en los últimos dos meses" las temperaturas superficiales del océano Pacífico pueden todavía elevarse hacia niveles compatibles con El Niño en los próximos meses.Según información del Servicio Meteorológico Nacional (SMN), el récord de lluvias lo tiene el año 1959, con 990 milímetros caídos. Este año solo hasta el mes de agosto, se llevaban registrados 966 milímetros, apenas 24 menos que la marca considerada histórica.

Las lluvias constantes registradas recientemente han elevado ese promedio. Con la llegado de El Niño para el último trimestre es muy factible que esa marca sea superada. De acuerdo al SMN, en el ranking de años lluviosos, de enero a mayo, a 1959 le sigue el año 1900 con un acumulado de 969 milímetros. Le siguen 1990, cuando llovieron 934 milímetros y 2001 con 920 milímetros.

Los modelos climáticos sugieren un 55 a 60% de probabilidades de que se presenten condiciones representativas de El Niño entre septiembre y noviembre, subiendo hasta un 70% para el período noviembre-febrero, aunque los especialistas creen que el fenómeno se presentaria como un evento débil.

En junio se presentaron copiosas lluvias en el norte de la región del Litoral, y un millón de hectáreas se encuentran hoy bajo el agua, luego de las crecidas registradas tras intensas lluvias en Brasil y Paraguay.