Fileteado, al mejor estilo porteño

style="float: right; margin-bottom: 10px; font-weight: 600;"Sat 12th Dec, 2015

 

Recientemente declarado por la Unesco, Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad, el Filete porteño representa un arte popular que nace en la ciudad de Buenos Aires a principios del siglo XX. Su nombre se deriva del latín y se traduce en: filo = hilo/lista angosta en moldura/ línea fina para adornar dibujos. Y la palabra filetear significa: adornar con filetes.

Los primeros diseños se asocian a los carros, elaborados en talleres de inmigrantes italianos, donde la técnica se basaba en trazos muy simples pintados en colores planos, es decir, sin luces y sin sombras. Con el tiempo, fue recobrando vida y de los carros comenzaron a verse algunos frentes de colectivos y camiones, fileteados. Su elaboración empezó a ser más compleja, clasificándose parte por parte, de la siguiente manera:

Talón: es el espacio necesario que existe entre el borde y la banda.

Borde o marco: generalmente encierra toda la composición.

Pájaro: motivo zoomórfico altamente estilizado.

Banda: es la línea más gruesa y con volumen que acompaña al borde y que estructura junto a la hoja de acanto toda la composición.

Hoja de acanto: uno de los principales motivos ornamentales que estructuran las composiciones fileteadas.

Sombra proyectada: es la sombra que proyectan los diferentes motivos sobre el fondo.

Flores: pueden ser planas, de cinco y cuatro pétalos.

Firulete: es la línea más delgada que acompaña a la banda por dentro o fuera de la misma.

Bolita: se utiliza para llenar espacios, esquinas o también puede verse entre las figuras.

 

Los soportes, sonrígidos, pueden ser madera, vidrio, plástico o mental. Cada uno se prepara de diferente forma.Puede utilizarse acrílico, óleo, maquillaje, pintura para telas, esmalte sintético, entre otros.  El secreto está en el pincel. Debe tener una longitud adecuada para trabajar con soltura sobre la imagen, que es diseñada con anterioridad. En algún momento, se incluían nombres, direcciones, actividades laborales hasta frases o refranes. Por ejemplo, se ubicaban en la parte trasera o delantera del rodado. Y decía algo así: "Que ella me guíe" o "Acompáñame".  Se reconocía con la letra gótica, muy usada, por los letristas franceses en las vitrinas de los negocios y en los billetes.

 Algunas oraciones:

"A fuerza de trabajar el caído se levanta"

"La vida, como los dados, tiene los puntos marcados"

"El hombre es fuego, la mujer estopa, viene el diablo y sopla"

"Qué milonga ni que tango, con esto me gano el mango"

"Hay que endurecerse, pero perder la ternura jamás"

"Donde canta este zorzal... hacen cola las calandrias"

"Feliz de Adán que no tuvo suegra"

"Si su hija sufre y llora, es por este pibe, señora"

"No dejes para mañana lo que puedas beber hoy"

"Si el trabajo es salud, que trabajen los enfermos"

"A fuerza de vender perros... me pude comprar esta cucha"

"Lo mejor que hizo la vieja, este pibe que maneja"

 

Hoy, el oficio sale a la calle a compartir su arte, realizando murales en espacios públicos o privados, bajo el nombre de: "Filete Colectivo" formado por un grupo de 10 artistas de distintas disciplinas. Y para aquellos interesados, con deseos de aprender, existe el taller de Alfredo Genovese, quien se encuentra en la ciudad de Buenos Aires, dictando también cursos en el Centro Cultural Rojas.-

 

 

 

 

 

 

 

 


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